
Seixal preserva su historia única a través de museos y espacios culturales que celebran sus raíces e identidad.
Seixal preserva su historia única a través de museos y espacios culturales que celebran sus raíces e identidad.
En Seixal, el Molino de Mareas de Corroios conserva siglos de ingenio y tradición. Este espacio, que data del siglo XV, permite comprender cómo se aprovechaba la fuerza de las mareas para moler cereales, en una conexión armoniosa entre el hombre y la naturaleza. Con vistas a los manglares, la visita ofrece una experiencia inmersiva y memorable.
A orillas de la Bahía de Seixal, el Centro Naval del Ecomuseo preserva el conocimiento de los maestros constructores de las embarcaciones tradicionales del Tajo. Entre barcos, catraios y otros ejemplos típicos, el espacio rinde homenaje a la historia fluvial de la región y permite adentrarse en un patrimonio que perdura a lo largo de las riberas.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, en el centro histórico de Seixal, es un ejemplo de sobriedad arquitectónica y devoción. Construido en el siglo XVII, destaca por sus detalles en azulejos y tallas doradas en su interior, ofreciendo un momento de contemplación para quienes aprecian el arte sacro y el patrimonio religioso.
Ubicado en un antiguo edificio industrial en Seixal, el Centro Internacional de Medalha Contemporânea (CIMEC) sorprende por su originalidad. Dedicado al arte medallista moderno, este espacio revela obras meticulosas y creativas, invitando al visitante a descubrir un universo artístico poco conocido, pero lleno de expresión.
En Casa do Bote, el pasado ribereño de Seixal cobra vida a través de objetos, maquetas y fotografías que ilustran la importancia de las embarcaciones tradicionales en la vida de la comunidad. Un pequeño museo con gran valor histórico, donde se celebra la íntima relación entre la ciudad y el río.
En Casa do Largo, el Museo Municipal de Seixal ofrece un recorrido por la arqueología, las formas de vida tradicionales y la evolución de la ocupación humana en la región. Este museo, ubicado en una antigua casa solariega, es ideal para quienes deseen comprender las raíces culturales del pueblo.
Quinta da Fidalga, con su histórico jardín de inspiración morisca, es uno de los tesoros escondidos de Seixal. Senderos de boj, puentes ornamentales y un ambiente sereno invitan a la contemplación. Un espacio perfecto para descubrir el pasado aristocrático de la región en un entorno encantador.